miércoles, 30 de diciembre de 2009

Día 89

El sentimiento es una expresión de la lucha por el equilibrio y no se le puede conceder independencia del pensamiento. Como nos demuestra Spinoza, la alegría y sus variantes llevan a una mayor perfección funcional; la pena y los sentimientos relacionados son insanos y en consecuencia deberia evitarse. Sin embargo, en la música, la alegría y la pena existen simultáneamente y por lo tanto nos proporcionan una sensación de armonía. La música siempre hace de contrapunto en el sentido filosófico de la palabra. Incluso cuando es lineal, siempre coexisten elementos contrarios, a veces incluso en conflicto unos con otros. La música en todo momento acepta comentarios de una voz a la otra, y tolera los acompañamientos subversivos como una antípoda necesario para las voces principales. En la música coexisten en todo momento el conflicto, la negación y el compromiso.
La música no está separada del mundo; puede ayudarnos a olvidar y al mismo tiempo a entendernos a nosotros mismos. En un diálogo hablado entre dos seres humanos, uno espera que el otro haya terminado de decir lo que tiene que decir antes de responder o de hacer algún comentario. En la música, dos voces dialogan simultáneamente, espresándose cada una plenamente al mismo tiempo que escucha a la otra. De aquí nace no sólo la posibilidad de aprender sobre música sino tambien de ella: un proceso para toda la vida. (...) Los adultos jóvenes que experimentan la pasión por primera vez y pierden todo el sentido de disciplina pueden ver a través de la música que pasión y disciplina pueden coexistir: hasta la frase más apasionada debe tener un sentido de orden subyacente. Lo que, en definitiva, quizá sea la lección más difícil para el ser humano -aprender a vivir con disciplina pero también con pasión, con libertad y al mismo tiempo con orden- es evidente en cualquier frase musical.
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Página 29 - El sonido es vida. El poder de la música

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