jueves, 3 de diciembre de 2009

Día 64

Un cuento de 500 Palabras
de Lucho Zuñiga

¿Aquí es donde empiezo a respira? ¿Cuál es mi nombre? Un cuento de 500 palabras. ¡Genial! ¿Y a qué me dedico? No lo sé ¿Cómo que no lo sabes? !Algo tengo que hacer en la vida! Eres solo un cuento de 500 palabras ¡Me resisto a creer que tan solo sea eso! Al menos estás vivo. ¡No! Mi existencia debe significar algo más que “estar vivo”. Yo soy un cuento. Debo causar alguna sensación en el lector. Llevarlo hasta algún paisaje, darle un pequeño drama, emocionarlo. Tú eres sólo un cuento de 500 palabras. ¡Espera! Un cuento debe de tener una estrategia, ¡eso si lo sé! ¿Cuál es mi estrategia? Tú sólo tienes que hablar, así el cuento se escribirá solo. ¡Pero debe existir un personaje! Los cuentos tienen personajes y ¡yo soy un cuento! Las palabras se me agotan. ¡Exijo un personaje ahora mismo! El único personaje eres tú. ¡Imposible! Tu única acción es hablar. ¡No! ¡Me resisto a que tomes el control! Si tú no me vas a dar un personaje, ¡yo lo crearé! Adelante. Está bien, dame tiempo. Tienes todo el tiempo del mundo. Aquí va. ¿Cuántas palabras me quedan? Más de doscientas cincuenta. Excelente, ya tengo mi historia.
Hay un escritor, un escritor que escribe un cuento de 500 palabras. El escritor está convencido de que todo cuanto es una criatura viva. Un ente que respira y al que no le debe sobrar ninguna palabra. El escritor bautiza a su criatura como "Un cuento de 500 palabras". El cuento se emociona. "Seré parte de la historia de la literatura !Seré leido por varias generaciones!". De inmediato pide un argumento. El escritor le dice que no existe. Que el único personaje es él. El cuento grita. ¡No te creo! ¡No hay cuento sin trama! El escritor calla. El cuento se queda solo con sus palabras. Piensa que los otros cuentos ni siquiera lo mirarán. "Eres casi como una hoja en blanco. Nadie te leerá". El cuento de 500 palabras llora solo en un rincón oscuro de la literatura universal. Los lectores lo encuentran y no entienden la existencia de un cuento así. Piensa en su padre, el escritor, que sin darle ninguna explicación lo dejo abandonado. En su soledad, el cuento de 500 palabras imagina otra criatura.
Un cuento de 7 palabras que pueda acompañarlo. Un cuento que signifique algo. No como él, huerfano de trama, experimento fallido. Largas horas dedica a la concepción de su pequeño hijo. "A tí te daré un significado oculto. Los lectores tratarán de interpretarte. Brillarás con luz propia entre los demás con sus poderosas 7 palabras. Estaré muy orgulloso". Pasan los días, pasan los meses. hasta que el cuento de 500 palabras logra parir un hijo.
¿Allí termina?¿Cuales son las 7 palabras? No te las diré. ¡Exijo que me las digas! No. Se las daré a otro escritor. Y ese escritor se hará muy famoso igual que mi criatura. Te diré solo una de las 7 palabras: dinosaurio.
...
Página 47/49 - El Círculo Blum

1 comentario:

  1. alaaaaaa q pajita

    "El cuento de 500 palabras llora solo en un rincón oscuro de la literatura universal"

    yo lo imaginé,
    triste en su rinconcito empolvado T_T

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