viernes, 13 de noviembre de 2009

Día 48

Cazador de espejismos
de Elqui Burgos

1
con qué buen tino con qué buen tacto
cauto extremadamente cauto hasta más no poder desdeño lo
inverosímil
con cuánta previsión y sagacidad preparo mi espíritu para el
asalto
ningún cielo ninguna enormidad debe sorprender mis ojos el más encarnizado y furibundo no de alguna muchacha
se estrellará en mi coraza
lento lento y muy pausadamente permito que el mundo ingrese
a mi casa
y estoy a punto de creer que es mucho más hermoso que mis
propios y secretos
anhelos
a punto de decir nosotros nuestro el intento
ah frenético el manoteo de nuestras manos bajo la roja manzana y que conste los muertos no nos impulsan al sacrifico
ninguna nueva variedad de jesuitismo nos hace sentir culpables alabado pues sea el supremo esfuerzo que haga nuestro el galardón
bendito el nombre de mis hermanos
hosanna hosanna soy tan feliz como el más intenso amanecer en
el corazón de un loco

2
vimos fieras y mordeduras el espeluznante intento de refrescar
un espíritu
observamos tu vehemencia palpamos tu sed
tu alma reseca como tierra jamás visitada por la lluvia
y te vimos morder de golpe el fracaso derrumbado bajo el peso
del corazón
di entonces desdichado cazador de espejismos a qué tanta
obstinación
a qué como astro desprendido acuchillarse la piel en este vano
afán
el de ser remolcado por el júbilo de los creyentes que pasan

3
a pesar que soslayo vejaciones relego ultrajes de la vida
digo rata hombre alimaña he aquí el iluminado
la conciencia de que no se puede vivir sin que nada te apasione
bien he comprendido la necesidad la urgencia
un mito creencia y certeza de arañar la pulga de algo verdadero no importa que en pleno salto mortal unos vampiros pigmeos
horribles
corten ojos y trapecios en el acto más cruel de ilusionismo
no importa importa que entre mi deseo esfumen el manantial que ahora
espejea allá a lo lejos
o el rato menos pensado cuando tú menos esperas
mensajeros anuncien a tu puerta buenos y espléndidos augurios perdido cazador así es la vida
terrible y a la vez inabdicable territorio
por donde el más perfecto aullido pasa y arrastra
y cercena en mil pajadas el espejismo o estrella que perseguías
estrella que rueda y rueda y siempre rueda
en el vasto llano del descontento
así es la vida mas ay de mí si nunca yo muriera

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