jueves, 29 de octubre de 2009

Día 36

Pag. 45*
De Manuel Munive

Debí venir aqui primero
Pero su perfíl sobre este horizonte eterno ardía
Y al dolor hay que correrle
Como de tus encrespadas olas.

Nunca te pregunté qué pensabas de Claudia.
Cuando te la presenté
Yo sobraba esa tarde.

No entiendo aún
No descifro a la primera
La sentencia que culebrea entre tu murmullo alineado.

Debí venir primero a verte
Antes de viajar a verla
Y regresar con el alma y las manos vacías.

Palabras que surgen del rumor de la espuma
Ahora las entiendo:
Claudia era menos sólida que la brisa que la recostó
en mi lecho.

Hay que estar solo para entender de golpe.
Nunca exististe, Claudia: me sale a cuenta pensar así.

Soñe que anduve sobre ti.

Pero tampoco estuve solo
El mar
Como ahora
Estará siempre de mi lado.

No fue a mí en verdad,
Sino al mar al que le diste la espalda.

*este poema no lleva titulo

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