jueves, 8 de octubre de 2009

Día 20

Líquenes
De Rene Char

Yo Iba entre los relieves de una tierra desnuda, entre los secretos alientos y las plantas sin memoria. La montaña se alzaba como un frasco lleno de sombra que por un instante abrazaba el gesto de la sed. Mi huella, mi existencia se perdían. Tu rostro resbalaba retrocediendo ante mí. No era más que una mancha que buscaba una abeja que en flor la transforma, creyéndola viva. Íbamos a separarnos. Tú querías en el arriate y yo penetraría en el jardín del vacío. Allí, bajo la protección de las rocas, en la plenitud del viento, pediría a la noche verdadera que dispusiera de mi sueño para acrecentar tu dicha. Y todos los frutos te pertenecerían.

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